La filosofía mía
Nacido adentro de un enrejado de relaciones con otros y consigo mismo el humano es un ser comunicativo. Busca el intercambio, quiere ser escuchado y respondido.
Nuestra lengua y nuestra expresión tienen una gran importancia en este respecto. Variados son los caminos por los cuales nos mostramos y nos comunicamos: Hablamos, escribimos y nos movemos. En muchos casos lo que decimos es muy complejo. Muchos mensajes no son unívocos y además no quieren ser lo. Eso es lo que le da emoción a la comunicación.
Le acompaño en procesos de cambio y le ayudo en descubrir sus potenciales creativos, en armonizar la cabeza con el corazón. Le apoyo efectivamente para llegar a una claridad con la que se puede vivir equilibradamente. Asimismo le ayudo en desarrollar su estilo personal para que la actitud interior y el efecto exterior se unen a un todo concordante. Usted determina la dirección. Yo ofrezco la base.
Trabajo exactamente y estructuradamente con atención a todos los detalles pequeños. Sin embargo no me intereso por la perfección; se debe ser auténtico. Aberraciones y discordancias tienen su encanto. Nos dan la posibilidad de descubrir algo, de hacer preguntas. Podemos seguir la pista, participar en el milagro de vida. Sentirse vivo.
Mi trabajo también vive de la interacción constante con otros creadores. Trabajo en cooperación con especialistas correspondientes para algunos pedidos. Se vale en particular por los ámbitos de la programación, el diseño gráfico, las relaciones públicas así como la pedagogía de la aventura y de la naturaleza.